
¿2019 fue un buen año?
Digamos que aprendimos mucho.
Aprendimos a valorar.
Aprendimos a esperar.
Aprendimos a Querer.
No aprendimos a perder, nadie sabe perder. Sabemos perdernos, de eso este año hubo mucho.
Nunca nos enseñaron a sobrevivir al sentimiento de la pérdida.
No te explicaron que el martillo y el cincel te iban a perforar el corazón.
Te dijeron que dolería y dolor no es la palabra.
Pero después dos años difíciles, Hemos aprendido.
Para el próximo solo tenemos que encontrarnos.
Que nos encuentren, que estaré mirando el horizonte frente al mar.
Que nos cojan la mano.
Que estés ahí.
No importa lo descabellados que sean nuestros sueños.
Lo imposible no existe porque entonces nadie hablaría de ello.
Porque aunque no lo sepamos, la carta a los Reyes siempre la escribimos realmente el último día del año, es ahí cuando haces tu balance y piensas en todo lo que deseas para el próximo año.
Pero lo que todos queremos es llorar de Felicidad.
¡Feliz 2020!
A la vuelta de la esquina.