Pasó.
Pasó que todavía es demasiado tarde para todo lo que no vamos a tener nunca.
Ya a nadie le importa pero estamos más lejos que siempre. ¿A quién le importa?
Nunca más no nos volveremos a mirar como yo te miraba y como tú nunca me miraste.
Seguiremos sin seguir esta seudo historia donde todo era lo que no parecía.
Me acostumbré a nada y acabé pidiendo de todo. Me encantaron todos los no besos que me imaginé.
Aún recuerdo ese día que duró un minuto, que rápido se fue y si hablamos de rápido ya podemos olvidar aquel año galáctico girando alrededor de ese planeta enorme que no me dejaba acercarme, cosas de la gravedad.
Gravedad, sí que ha sido grave esta vuelta que no ha dado la vida.
Y aquí estamos en el otoño del verano, con los rayos de Sol ya cayendose de los árboles.
En pocas palabras siempre jamás podré resumir lo que ocurrió. Todo sin querer pero queriendo, cada uno en su universo y sigo sin tocar el cielo.
No hay segunda vuelta, cambiando de tema. Al final todo pesa.
A la vuelta de la esquina.